Desde hace unos días, el centro de Barcelona está repleto de turistas. La proximidad de las vacaciones de Semana Santa, el puente de San José -festivo en muchos países-, la celebración del Año Gaudí y los viajes de estudios han contribuido a dar el pistoletazo de salida a la temporada turística de primavera.
Se ven franceses, alemanes, ingleses, japoneses, estadounidenses y muchos, muchísimos italianos. Se mire en la dirección en que se mire, y para envidia de los miles de ciudadanos que trabajan, es prácticamente imposible encontrar una calle mínimamente céntrica de Barcelona sin turistas.
Pese a que la presencia de visitantes en la ciudad tiende a desvincularse de las estaciones del año, los datos de Turismo de Barcelona de las dos últimas temporadas indican que los meses de marzo y abril concentran casi el 20% de las visitas anuales. Pero estas cifras no incluyen a quienes pasan el día en Barcelona pero se alojan en otras ciudades. Es el caso de los numerosos grupos de escolares italianos o procedentes de diferentes puntos de España y de los turistas centroeuropeos que pernoctan en poblaciones de la costa y acuden a Barcelona de excursión.
En cualquier caso, cuando se les pregunta qué les parece Barcelona, los turistas no escatiman adjetivos. Stewart, norteamericano: 'Es como una ciudad en fiesta'. Carla, italiana: 'Muy bella'. Sizuka, japonés: 'Histórica. Maravillosa'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de marzo de 2002