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Medio Ambiente dañó con una máquina una necrópolis bizantina de Cabrera

Palma de Mallorca

Uno de los yacimientos más importantes de las Baleares -la necrópolis y el monasterio bizantino de la isla Cabrera- fue dañada al 'hacer movimiento con maquinaria pesada de tierra y escombros, efectuado justo encima del yacimiento' en el Parque Nacional de Cabrera, según un documento interno del Ministerio de Medio Ambiente y del Ayuntamiento de Palma. El ministerio pretende un gran plan de intervención en la isla, criticado por los conservacionistas y el Gobierno balear.

Los hechos, que se han conocido ahora, sucedieron hace tres años y se explican en la documentación oficial interna que el ministerio ha presentado ante el patronato del parque, para tramitar una subvención de 467.350 euros a favor del Ayuntamiento de Palma. Esta institución, a cuyo término está adscrita Cabrera, pretende 'recuperar y consolidar' el monumento. La empresa contratada por el ministerio 'rompió parcialmente tres de las tumbas de la necrópolis (del siglo V). Estas acciones, ciertamente tristes e innecesarias, tendrían que acabarse de inmediato', y las 'ciertas alteraciones causadas por las obras', dice la memoria presentada para el proyecto de máximos, elaborada por la arqueóloga de Palma, Magdalena Riera.

La funcionaria minimizó el suceso, que fue indagado por la Guardia Civil y un juzgado de Palma para documentar el hallazgo de un cadáver. Los huesos pertenecen a un hombre de 30 años del siglo VI, la época de mayor densidad en la historia de la población de Cabrera, con excepción del siglo XIX, cuando la isla fue prisión para 5.000 ciudadanos franceses. El papa Gregorio el Magno documentó la comunidad de monjes al alertar que 'habían caído en manos del antiguo enemigo' (lo que se interpreta como sodomía).

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de marzo de 2002