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CONGRESO DEL PSE

Blanco exige a los 'conversos' que no den lecciones a los socialistas

El PSE debatirá más de 900 enmiendas

Los socialistas vascos celebran este fin de semana su congreso extraordinario en San Sebastián. De este cónclave saldrá el nuevo secretario general del PSE-EE, que sustituirá al dimitido Nicolás Redondo. Tres son los candidatos: Patxi López, actual líder del partido en Vizcaya y candidato del sector orgánico; Carlos Totorika, alcalde de Ermua y candidato del sector de Redondo, y Gemma Zabaleta, la candidata de Nuevo Socialismo Vasco, que formó parte de la ejecutiva de Redondo como secretaria de Acción Institucional. Al congreso asistirán 547 delegados que definirán la política del PSE y debatirán más de 900 enmiendas. Los tres candidatos dicen que mantendrán su opción hasta el final y descartan cualquier pacto previo al congreso.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, exigió ayer a algunos 'conversos y mediocres', en clara alusión al PP, que no intenten dar 'ningún tipo de lección' a los socialistas en la defensa de la libertad. Los tres candidatos en liza para dirigir el PSE, Patxi López, Carlos Totorika y Gemma Zabaleta mantendrán su candidatura hasta el final para obligar a los 547 delegados a votarles, descartando así cualquier pacto previo al congreso de este fin de semana.

'El conjunto de la sociedad española tiene una deuda con el socialismo vasco, porque fue el que más ha contribuido a la consolidación democrática en nuestro país, el que más ha sufrido por defender las libertades, el que tiene a sus espaldas más sangre, sudor y lágrimas por la defensa de la libertad y de la convivencia democrática'. 'Por tanto', subrayó, 'no vamos a admitir ningún tipo de lección de algunos conversos o mediocres que intentan ahora apropiarse de lo que ha sido la lucha de siempre del PSOE'.

Sin reunión en Ferraz

El PSOE por su parte ha desistido ya de cualquier reunión de última hora entre los tres candidatos para intentar trasladar la menor sensación posible de debilidad y desunión ante la sociedad antes del congreso extraordinario. De hecho, los mensajes que provienen de Ferraz, la sede central del PSOE, pasan por dar relevancia al 'tronco común' que une al socialismo vasco y por intentar soslayar el hecho de que en el congreso del PSE se van a confrontar dos ideas muy diferentes del papel que debe tomar el PSE tras el resultado de los comicios autonómicos del 13-M. Y sobre la conveniencia o no de que el socialismo vasco practique una política de 'transversalidad', algo que ya se ensayó durante más de una década con gobiernos de coalición entre el PNV y el PSE.

Ayer mismo, en una entrevista en la Cope, José Blanco aseguraba que 'no hay diferencias estratégicas' entre los tres candidatos a la secretaría general del PSE-EE a juzgar por las enmiendas que se debatirán en el cónclave del próximo fin de semana. 'Lo que se plantea', dijo, 'son matices, pero no un cambio de estrategia de fondo'.

En total serán más de 900 las enmiendas que finalmente tendrán que debatir y votar los 547 delegados que definirán la política del PSE a partir de ahora y su magma ideológico. De alguna manera, esa evidencia de que no se va a producir el temido pendulazo en el socialismo vasco ya se puso de manifiesto cuando el comité nacional del PSE-EE aprobó el pasado 9 de febrero, y sin ningún voto en contra, la ponencia elaborada por la gestora que ha pilotado el PSE hasta el cónclave socialista y que ha estado dirigida por Ramón Jáuregui. El ex líder de los socialistas vascos tiene previsto hoy ofrecer en la capital vizcaína una recapitulación de toda esta etapa y del desarrollo del congreso previsto para este fin de semana en San Sebastián.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de marzo de 2002