Josep Millàs, el candidato continuista a la presidencia de Òmnium Cultural, recibió ayer un duro golpe cuando el portavoz de los interventores de su candidatura en la mesa electoral, Josep Rusca, presentó la dimisión. La mesa electoral, reunida ayer por la tarde para proseguir la validación y recuento de votos delegados, suspendió finalmente la convocatoria. Millàs y su adversario, el candidato renovador Jordi Porta, han convocado para hoy por separado a los medios de comunicación para anunciar lo que ayer una persona próxima a la candidatura de Porta calificó como 'el principio de una solución' a la crisis en la que las elecciones, plagadas de irregularidades, han sumido a la entidad.
Josep Millàs, presidente de Òmnium Cultural desde 1986 y aspirante a la reelección, ha convocado para hoy a los miembros de su junta de gobierno para que asistan al anuncio 'importante y decisivo' que hará a los medios de comunicación. Miembros de su junta han apuntado que Millàs hará pública su dimisión después de haber llegado a un acuerdo con su adversario para que durante un periodo de transición de un par de meses un notario, pactado por ambas partes, coordine la reforma de los estatutos de la entidad, que datan de 1961, y convoque unas nuevas elecciones en las que es previsible que Millàs no vuelva a presentarse. Ambos candidatos se reunieron ayer con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, para analizar la crisis de la entidad.
Porta invitó el pasado día 14 a Millàs a crear una junta gestora provisional, sin la presencia de ninguno de los candidatos, para que reforme los estatutos y convoque nuevas elecciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de marzo de 2002