La Audiencia de Valencia ha condenado a tres años y medio a L. D. Q. T. por disparar el 20 de septiembre de 2000 a su abogada, dice la sentencia, con la intención de causarle daño pero no de matarla. El condenado se personó en el domicilio de la letrada y estuvo 'jugando' con un arma semiautomática con la que llegó a apuntarle en la sien con la intención de intimidarla. En un momento determinado, el arma se le disparó causando heridas graves en la cara y el oído a la abogada. El tribunal ha considerado que el acusado tenía intención de asustar a la letrada pero no de matarla, como sostenía el fiscal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de marzo de 2002