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Un policía español y un bombero belga mueren en el incendio de la representación ante la UE

Las llamas destruyeron el cuartel general de la presidencia española en Bruselas

Un policía nacional falleció ayer durante un espectacular incendio que se declaró en la representación permanente de España ante la Unión Europea, situada en una céntrica avenida de Bruselas, según confirmaron a este periódico fuentes diplomáticas españolas. Otros tres bomberos resultaron intoxicados, y aunque fueron rescatados por sus compañeros, uno de ellos falleció. El incendio se caracterizó por una virulencia que sorprendió a los bomberos. Las características arquitectónicas del edificio y el material almacenado podrían haber ayudado a su propagación.

El fuego se desencadenó sobre las ocho menos diez de la tarde en la cuarta planta del edificio, precisamente donde se encuentra el cuartel general para la presidencia de turno de la UE. Según el alcalde de Bruselas, Freddy Thielemans, el origen del siniestro podría estar en unos cables eléctricos y que todo apuntaba a que se trató de un accidente.

A pesar de que 55 bomberos, 40 policías y varias ambulancias se trasladaron inmediatamente al número 52 del Boulevard du Regent, donde se levanta el complejo, las llamas se extendieron con rapidez y gran virulencia. De hecho, de las seis plantas de que consta el edifico, tres -la tercera, cuarta y quinta- quedaron dañadas antes de que pudiera ser controlado el incendio. Un diplomático que se encontraba trabajando en ese momento en la representación española señaló que el fuego se expandió con tanta rapidez que todas las personas que se encontraban en ese momento allí tuvieron que salir a toda velocidad del edificio, dejando todos sus efectos personales. "No nos dio tiempo ni a coger el abrigo".

Fuertes llamaradas

En el momento del incendio se encontraban dentro de las oficinas unas 30 personas de las 242 que forman la plantilla de la representación, que fueron inmediatamente desalojadas. El policía fallecido, perteneciente al servicio de seguridad de la legación diplomática -que cuenta con seis policías nacionales en plantilla-, fue encontrado en estado muy grave en la tercera planta. Según explicó Miguel Ángel Navarro, representante adjunto, el policía penetró en el edificio incendiado para buscar a personas que pudieran encontrarse dentro. Al abrir una puerta fue sorprendido por fuertes llamaradas y humo. "Falleció en el ejercicio de sus funciones intentando ayudar a los demás", añadió.

Fuentes de los bomberos señalaron que el diseño del edificio, con gran cantidad de pasillos y el material almacenado en las oficinas -multitud de documentos, varios ordenadores y diversos objetos- habían ayudado a la rápida propagación de las llamas.

Los bomberos tuvieron importantes problemas para combatir las llamas; de hecho, uno de ellos sufrió un infarto mientras actuaba y tuvo que se ser rescatado por sus compañeros. Ante la virulencia del incendio, las autoridades de Protección Civil de Bruselas decretaron el plan de catástrofe.

En la misma planta donde se declaró el incendio se encuentra el despacho del embajador español ante la UE, Javier Conde, quien fue dado de alta hospitalaria el pasado martes tras una crisis cardiaca sufrida antes de la Cumbre de Barcelona.

Los cuantiosos destrozos materiales causados por el siniestro provocaron que tanto el Ministerio de Exteriores belga como la Embajada de España en Bélgica y el Consejo de la UE, por mediación de Javier Solana, hayan ofrecido todo tipo de medios materiales -locales, equipos y vehículos- para que la representación española pueda seguir trabajando.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de marzo de 2002