Gösta Winbergh, tenor sueco de 58 años, falleció en Viena, en cuya ópera se encontraba actuando, víctima de un infarto. Considerado uno de los grandes de la lírica en la escena internacional, comenzó su carrera en los años setenta en Gotemburgo, debutando en el papel de Rodolfo en La bohème. Un par años después se trasladó a la Ópera de Estocolmo, en la que actuó desde 1980, principalmente en piezas de la lírica italiana, como Rigoletto y Tosca. El paso siguiente fue la escena internacional, contratado por la Ópera de Zúrich, consagrándose en 1983 con su debut en el Metropolitan de Nueva York, interpretando un papel en Los maestros cantores de Núremberg, de Ricardo Wagner, del que fue considerado uno de sus grandes intérpretes. Gösta Winbergh fue sorprendido por la muerte en el apogeo de su carrera.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002