Los embalses catalanes disponen tan sólo de una cuarta parte del agua que son capaces de almacenar. Es el caso del pantano de Sau, donde el agua apenas llena el 25,58% de su capacidad total, como muestra la fotografía. La sequía ha agravado el déficit hídrico de Cataluña y la situación puede empeorar cuando comience la temporada de riegos generalizados en el campo. El Gobierno catalán aprobó en enero un decreto que prevé medidas excepcionales si la situación no mejora y los niveles de agua almacenada en los embalses bajan del 20%. El consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, confía en que el trasvase del Ebro, las desaladoras que se están construyendo y la concienciación de los ciudadanos sobre la necesidad de no malgastar agua palien el problema.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002