El fabricante estadounidense de aviación Boeing anunció ayer que sumará una nueva remesa de 2.350 despidos a la larga lista que comenzó tras los atentados del 11 de septiembre. Con estos recortes, el número de despedidos después de los atentados asciende ya a 23.350, algo menos de un tercio de su plantilla. La compañía, con sede en Chicago, alega que el motivo es la reducción de los viajes en avión iniciada en septiembre. Este hecho ha provocado también un descenso en los pedidos de aviones comerciales que la compañía ha registrado.
Poco después del 11 de septiembre, Boeing anunció que recortaría aproximadamente una tercera parte de su personal, es decir, entre 25.000 y 30.000 empleados. Esto significa que aún queda margen para reducir sin que la empresa se salga de sus previsiones.
Los pedidos de aviones comerciales han descendido de 527 en 2001 a 380 previstos este año. Para 2003, las perspectivas son aun más pesimistas, ya que se espera un volumen de entre 275 y 300. Esta cuantía supone una reducción en la producción mensual de 48 a 24 aviones.
Los despidos en Boeing no se remontan sólo al 11 de septiembre. El fabricante ha eliminado 58.800 puestos desde 1998. De los 238.600 empleados que tenía la empresa hace cuatro años, a principios de marzo quedaban en nómina 180.600.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002