La cotización del dólar, un valor de referencia para toda la economía argentina, se disparó ayer como un misil y atravesó el techo de los tres pesos por dólar a pesar de la intervención en el mercado del Banco Central, que en la última semana vendió 600 millones de dólares para contener el alza. La cotización del dólar ha subido, incansable desde enero, cuando se derogó la Ley de Convertibilidad que fijaba la paridad uno a uno con el peso.
La semana se cerró en medio de un clima de tensión política y de incertidumbre. El presidente del Gobierno, Eduardo Duhalde, confiaba hace apenas un mes en que, tras atravesar la turbulencia de las primeras jornadas, el dólar flotaría alrededor de los 1,70 pesos por dólar. Los argentinos, acostumbrados el pasado año a medir la gravedad de la crisis económica según la sobretasa de riesgo del país, ignoraban ayer que ese índice superaba los cinco mil puntos. Sin crédito externo o interno, desde diciembre no hay préstamos, ni ahorros, ni tasas. La extrema debilidad del sistema financiero y la falta de confianza en los bancos, desde que el pasado 3 de diciembre se impusieran restricciones a la retirada de fondos (corralito), impulsan a los ahorradores a refugiarse en la compra de dólares.
Las agencias de cambios hervían ayer de clientes desesperados por comprar y con dificultades para encontrar dólares a la venta.
Al caer la tarde un portavoz del Banco Central, que vendió ayer casi 80 millones de dólares para mantener el precio, primero a 2,35 pesos por dólar y luego a 2,40, desmintió que se hubiera decidido declarar festivo cambiario el próximo lunes y el secretario de coordinación del Gobierno, José Pampuro, descartó a su vez "el regreso a una nueva convertibilidad". Las operaciones cerraron finalmente con el dólar a 3,10 pesos.
El ministerio de Economía reclamó a la Corte [equivalente al Supremo en España] que reúna todos los recursos de amparo presentados contra el llamado corralito, que impide retirar los depósitos de los bancos, para evitar que los fallos favorables provoquen la fuga diaria de fondos que se reconvierten en dólares en el mercado libre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002