El Gobierno británico alcanzó ayer un acuerdo con el Ejecutivo español para la futura aplicación de normas europeas de aviación en Gibraltar, según informaron fuentes del Foreign Office, quienes confirmaron un comunicado de las autoridades gibraltareñas en el que se informaba de un acuerdo hispano-británico. El acuerdo se refiere, entre otras cosas, a la seguridad, la defensa del derecho de los pasajeros y la reducción de ruidos. El acuerdo fue duramente criticado por las autoridades gibraltareñas, que lo consideran "ilegal y políticamente inaceptable".
El pacto señala que cuando se apruebe una norma en el seno de la UE, el Reino Unido y España preguntarán en primer lugar a la Comisión si estas reglas implican alguna obligación o no para los aeropuertos, según explicó el Gobierno del Peñón. En el caso de que la respuesta sea afirmativa, el Gobierno español pedirá en el Consejo la aplicación de la denominada cláusula Gibraltar, que excluye a la colonia de las obligaciones impuestas y que durante casi diez años permitió aprobar diferentes normativas aéreas con el consentimiento de ambos países.
A continuación, Londres daría su aprobación. Si la contestación de la Comisión es negativa, Madrid aceptará que el territorio de Gibraltar no quede excluido de la aplicación de la norma. Además, ambos Ejecutivos se comprometieron a aceptar la decisión de la Comisión como definitiva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002