El jurado ha declarado culpable de homicidio, y no de asesinato, al principal acusado de la muerte de un joven gitano familiar suyo, ocurrida hace dos años en Irún, mientras que al otro procesado le ha eximido del delito de complicidad que le imputaba la acusación y será absuelto por la Audiencia de Guipúzcoa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002