El debate sobre la eutanasia se ha ampliado con el avance de la medicina. Las nuevas situaciones han creado nuevas expresiones, como las siguientes.
Eutanasia activa. Tiene por objetivo (a petición libre, explícita y reiterada del enfermo) terminar con la vida de una persona con un mal avanzado o terminal, cuando padece sufrimientos intolerables. Sólo se permite en Holanda. Si la muerte es por los efectos adversos de la medicación se llama indirecta.
Eutanasia pasiva. Es la interrupción u omisión de acciones terapéuticas que prolonguen la vida de un paciente en situación de enfermedad avanzada, terminal o irreversible.
Encarnizamiento terapéutico. Indica la prolongación artificial de la vida cuando ya no hay posibilidades de cura utilizando técnicas invasivas y muchas veces dolorosas.
Testamento vital. Recoge la voluntad de una persona con plena capacidad de discernimiento sobre el final de la propia vida o sobre cualquier intervención médica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002