La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado su apoyo al uso de genéricos como un método para combatir la enfermedad. En su guía de fabricantes reconocidos de medicamentos contra el sida aparecen por primera vez empresas que elaboran principios activos aunque no cuentan con la patente de los laboratorios descubridores del fármaco. Es el caso de la compañía india Cipla, la primera en romper el monopolio de las multinacionales con su oferta de medicamentos baratos a países azotados por la epidemia como Suráfrica y Kenia.
Abaratar el precio de los tratamientos contra el sida es la única solución de muchos países pobres de atajar la enfermedad. En una iniciativa sin precedentes, el Gobierno tailandés ha anunciado que fabricará el cóctel de antirretrovirales más barato del mercado: la dosis diaria costará poco más de un euro. El mismo tratamiento en los países occidentales ronda los 25 euros diarios.
Las cápsulas contendrán una mezcla de los genéricos de tres fármacos (estavudina, lamivudina y nevirapina), lo que además facilitará su distribución y la adhesión de los enfermos a la terapia, ya que bastará con dos cápsulas diarias para mantener el tratamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de marzo de 2002