La historia se repite para Joves Investigadors de València, la plataforma constituida hace dos años por los becarios FPI (Formación Personal Investigador) de la Generalitat valenciana a raíz del retraso en la mensualidad de tres meses. A fecha de hoy vuelven a comenzar su andadura, con los mismos defectos en la puntualidad de pagos, aunque dos años después: 170 becarios valencianos están a la espera de cobrar los tres últimos meses.
'La consejería nos prometió que el problema se iba a solucionar estableciendo convenios con entidades financieras, una promesa que dos años más tarde no ha llegado. La Oficina de Ciencia y Tecnología, anunciada como la institución que mejoraría la gestión, ha resuelto parte del problema, pero ahora para retrasar el pago esgrimen que las renovaciones de las becas y nuevas adjudicaciones están paralizadas porque las han transferido a la Consejería de Insdustria', argumenta Ana Belén Ruescas, presidenta de Jovens Investigadors, quien bromea con el supuesto incremento de sueldo: 'En teoría cobraremos 961 euros, un 30% más que el año pasado, aunque todavía no hemos visto ni un euro'. Los becarios de FPI valencianos tienen previsto reunirse con la Consejería de Cultura a la vuelta de las vacaciones de Pascua para llegar a un acuerdo sobre la puntualidad en sus retribuciones. Si no se solucionan los retrasos, no descartan movilizarse. 'Los afectados nos preguntamos cuál es el interés real del Gobierno valenciano por la investigación y los investigadores', se reflexiona en el último comunicado.
Pero su situación no es aislada. La federación estatal de Jóvenes Investigadores Precarios, presidida por el valenciano Carlos Peña, denuncia los retrasos en los pagos de la beca FPI del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Desde diversas ciudades los becarios se lanzan a la red para protestar y programan acciones.
De nuevo la transferencia del abono se toma como principal argumento de los retrasos: 'El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha decido transferir de manera unilateral el pago de las retribuciones a los centros, universidades, organismo públicos. El CSIC nos ha comunicado que aunque en principio el ministerio le dijo que debería hacerse cargo del pago a partir de abril, en marzo comunicó que deberían de asumir el pago de la mensualidad de febrero', explica Ruescas. Al final, esta doble 'descoordinación', autonómica y estatal, afecta a la parte siempre más débil del sistema: los becarios de investigación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de marzo de 2002