Grabaciones de Cantigas de Alfonso X el Sabio con su agrupación Música Antigua y de repertorio andalusí con el grupo Ibn Báya; un sello discográfico, Pneuma, con más de 30 referencias y exposiciones itinerantes de instrumentos de la Edad Media avalan la labor de Eduardo Paniagua (Madrid, 1952). Éste pretende 'desmagrebizar, medievalizar e hispanizar la tradición musical hispano-árabe' y es el responsable del disco Medievo, una selección de 24 obras religiosas y profanas anteriores al año 1420.
Por las mañanas ocupa su mesa de arquitecto en la Consejería de Obras Públicas y Urbanismo de la Comunidad de Madrid. El resto del tiempo lo dedica a esa otra vocación que él llama 'de búsqueda y rehabilitación de las músicas arcaicas'. 'Empecé a los 14 años con mi hermano mayor Gregorio. Prácticamente no había documentación, así que teníamos que ser autodidactas: desde reconstruir instrumentos hasta buscar las pocas músicas editadas en las bibliotecas', recuerda. 'Casi con pantalón corto estuve grabando en el monasterio de Silos, con los monjes que luego se harían famosos'.
Medievo contiene 24 grabaciones de música medieval española. Han sido editadas en los últimos años por agrupaciones y músicos que se dedican a ese periodo de la historia de la música. Y Pneuma es el sello en el que Paniagua ha publicado, desde 1994, discos como Virgen de Atocha. Cantigas de Madrid o el reciente Ibn Arabi. El intérprete de los deseos: 'Me ocupo del diseño, de los textos, de dirigir a la persona que maqueta... Un trabajo muy laborioso, casi peor que grabar un disco'.
'La música medieval siempre ha llevado algo de heterodoxia en quien la interpreta', afirma. 'Hoy el barroco está asumido, pero no el Renacimiento ni la Edad Media. Al melómano de ópera, la música medieval le parece una cosa lejana y rara. En cambio, gente que viene de la música tradicional, que ha descubierto las llamadas músicas del mundo, de repente se vuelca y es forofa'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de marzo de 2002