El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, declaró ayer que hay que 'enfrentarse a matones como Sadam Husein', presidente de Irak, 'reordenar el mundo' y prevenir futuros conflictos. En una rueda de prensa en Londres, Straw reiteró la postura del primer ministro británico, Tony Blair, de respaldar a EE UU en un eventual ataque contra Irak.
'Desde el 11 de septiembre está más claro que nunca que nuestra seguridad nacional y prosperidad dependen de nuestra voluntad de asumir nuestra parte de responsabilidad en la seguridad y prosperidad globales', declaró. La estrategia de la política exterior británica se centra en la prevención de conflictos en el mundo, tanto por medios militares, diplomáticos y de ayuda al desarrollo, según Straw, quien resaltó que el Reino Unido y sus aliados deben 'hacer retroceder el caos'.
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Sobre el caso de Irak, Straw defendió la posición doble de 'dar la batalla y reconstruir la nación', al igual que se aplica en Afganistán. Acusó al régimen de Sadam Husein de no cumplir las resoluciones de la ONU para que permita la entrada de los inspectores de armas. En su opinión, el coste de la diplomacia es 'dinero bien gastado', y explicó que el conflicto de Bosnia le costó al contribuyente británico más de 2.000 millones de dólares (2.260 millones de euros); el de Kosovo, unos 300 millones de dólares, y el de Macedonia, alrededor de 20.
Por otra parte, el segundo encuentro entre el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Naji Sabri, se producirá el 18 y 19 de abril. Annan espera que la delegación iraquí dé una respuesta positiva a la petición del Consejo de Seguridad de permitir que los inspectores terminen su trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de marzo de 2002