A fuerza de transcurrir los años y no convocar y/o paralizar las ofertas de empleo público, la Administración (en este caso, la sanitaria), se ha llenado de interinos. He aquí que, de pronto, el gobierno tiene prisa en resolver la temporalidad del trabajo en Sanidad y le ofrece a los interinos la posibilidad de hacerse sin demasiadas complicaciones con un puesto fijo (no sólo un puesto fijo, sino su puesto fijo, es decir, el que venían ocupando hasta ahora). Me refiero principalmente al grupo A (médicos especialistas, de familia y psicólogos, entre otros). Incluso en detrimento de los que en su día aprobamos nuestra oposición y por nuestra situación en el escalafón tuvimos que irnos a trabajar a 200 kilómetros de nuestro hogar. Pensamos que no sería por mucho tiempo, que en dos o tres años habría nuevas plazas (somos un nuevo cuerpo en la Sanidad: los psicólogos) y podríamos optar a traslado.
Pues llevamos nueve años (los psicólogos de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana), y no sólo no ha habido concurso de traslados, sino que ahora nos van a atropellar con esta nueva ley de consolidación de empleo si no lo sacan antes de ponerla en marcha.
En la última convocatoria de concurso de traslados se nos negó la posibilidad porque, según nuestros superiores, estaban pendientes de que se publicara la especialidad en Psicología Clínica (cosa que no tiene por qué afectar a un movimiento interno entre puestos de psicólogo clínico, puesto que todos los que tenemos plaza y atendemos a nuestros pacientes tenemos derecho a tal consideración y, por otro lado, con el asunto de la especialidad llevamos también más de diez años y lo que te rondaré morena).
Ahora eso no es obstáculo para la aplicación de esta nueva ley. ¡Vaya por dios!, ahora que hay interinos de por medio y mayor dificultad en determinar el derecho al título de especialista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de marzo de 2002