Las autoridades deportivas griegos se reunieron ayer con urgencia para tomar medidas tras los violentos incidentes producidos el domingo en el derby de Atenas. Hinchas y directivos del Panathinaikos, enfadados por el empate de penalti logrado en la prolongación por el Olympiakos, agredieron al árbitro y protagonizaron graves incidentes.
Sobre el Panathinaikos, que recibió al Madrid (2-2) la pasada semana en la Liga de Campeones y ahora espera al Barcelona, en la próxima, pende una dura sanción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de marzo de 2002