Los consumidores sólo usarán sus teléfonos móviles para pequeñas compras y sencillas. Para nada más. Ésta es una de las conclusiones del cuarto estudio mundial realizado por la firma AT Kearney.
El estudio se hizo con 5.600 propietarios de móviles residentes en 14 países de Europa (no España), EE UU y Asia.
La intención de comprar habitualmente a través del móvil ha tenido una drástica reducción desde el año 2000. Entonces, el 29% de los europeos con móvil, el 42% de los japoneses y el 34% de los americanos contestaron que usarían sus aparatos para comprar. Hoy la cifra ha bajado al 1% en Europa y EE UU y al 7% en Japón.
Sin embargo, el 44% de los encuestados sí usará su teléfono para pequeñas transacciones, como billetes de transporte, menús o máquinas expendedoras. Parece que el teléfono será el sustituto del monedero, pero no del billetero.
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En un año, la penetración de móviles con acceso a Internet aumenta el 44%. Ya lo tienen el 33% de los europeos y el 67% de los japoneses. Sin embargo, excepto en Japón (83%), pocos usan esa conexión (cae del 42% al 25%).
El gran cambio respecto a las anteriores ediciones del estudio es la hegemonía de los mensajes cortos (SMS) en Europa. Mientras que en EE UU el 89% nunca ha usado el SMS, en Europa el porcentaje es del 27%. Además, el 25% de los europeos escriben mensajes más de una vez al día.
La mayoría de los aficionados de SMS tienen menos de 25 años, aunque su uso se va extendiendo a la población más adulta. El auge de los mensajes cortos provoca una explosión de la publicidad por este medio (el 31% han recibido anuncios, cuando hace un año era el 1%), y el nacimiento de otro vehículo de ventas, impensable hace dos años.
Si sólo el 2% de los propietarios de un móvil han comprado con el teléfono, en cambio el 18% de los usuarios europeos sí ha hecho transacciones a través de mensajes cortos, principalmente descargándose melodías, logos o, en España, enviando votos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de marzo de 2002