El actor cómico Dudley Moore, famoso por sus papeles en películas como 10, la mujer perfecta y Arthur, el soltero de oro, falleció ayer, a los 66 años de edad, en su residencia en Nueva Jersey. Moore murió como consecuencia de una neumonía derivada de la parálisis supranuclear progresiva, una enfermedad cerebral rara e incurable que padecía desde hace varios años y que tiene síntomas parecidos al mal de Parkinson, explicó su portavoz, Michelle Bega.
El actor, nacido en el Reino Unido, confesó alguna vez que lo que le impulsaba muchas veces a crear su arte tenía que ver con un sentimiento de inferioridad por sus orígenes en el distrito obrero de Dagenham, en el este de Londres, y por su corta estatura, 1,58 metros.
En 10, la mujer perfecta, la misma película que llevó a la fama mundial a la actriz Bo Derek con sus peinados afros, Moore personificó a un músico resuelto a casarse con la mujer ideal. Sin embargo, el actor nunca alcanzó esa meta supuestamente feliz en la vida real, marcada por cuatro divorcios. Además de su imagen como un hombre tierno y débil que conquistaba a las mujeres por su vulnerabilidad, Moore fue un pianista que grabó varios álbumes de jazz y apareció en concierto con la Orquesta Filarmónica de Los Angeles.
La parálisis supranuclear progresiva, un mal que padecen unas 20.000 personas en Estados Unidos, es una degeneración de las células que hace que los pacientes experimenten pérdida del equilibrio, caídas frecuentes, rigidez, visión borrosa y dificultades para tragar y hablar.
Moore fue un prodigio musical que se convirtió, brevemente, en una de las estrellas más brillantes de Hollywood. Tras sus inicios musicales, su carrera incluye 40 títulos de televisión y cine, entre ellos otros aparte de los mencionados como Mickey y Maude o Seis semanas, que fueron exitosas tanto en su Reino Unido natal como en EE UU.
Las enfermedades marcaron a Moore desde la niñez, cuando una deformación de un pie, que requirió un prolongado tratamiento hospitalario, lo convirtió en blanco de las chanzas de otros niños. La música fue entonces su refugio y a los seis años cantaba en un coro de iglesia, y empezó los estudios de piano y violín. A los 14 años tocaba el órgano en las bodas. Otra arma de su defensa fue el humor, una veta que lo llevaría a la fama en la pantalla grande y una candidatura a un Oscar de la Academia por Arthur, el soltero de oro, junto a Liza Minnelli, película que tuvo su secuela siete años después, en 1988 con Arthur 2: On the rocks.
Su talento musical le hizo ganar una beca para estudios de órgano en el Colegio Magdalena de la Universidad de Oxford, de donde salió en 1958 convertido en un buen pianista de jazz que hizo giras con Vic Lewis en Estados Unidos.
A su retorno al Reino Unido participó en el popular programa Not Only But Also de la BBC británica, donde hizo el doble papel de pianista y comediante.
En 1978, el director Blake Edwards, uno de los máximos exponentes de la comedia en los sesenta, setenta y ochenta, eligió a Moore para el papel masculino principal en 10, la mujer perfecta, una racha que continuó en 1981 cuando protagonizó Arthur, el soltero de oro.
Pero en 1997, Moore tuvo un primer gran susto cuando sufrió una serie de ataques cardiacos leves y los médicos encontraron una perforación en su corazón, lo que significó una complicada operación. Al mismo tiempo Moore comprobó que sus dedos respondían con menos facilidad cuando tocaba el piano y que su dicción se tornaba difícil. Dos años más tarde, los médicos le diagnosticaron la parálisis supranuclear progresiva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de marzo de 2002