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'Hace ocho horas que espero para ir a Granada'

A las dos de la tarde de ayer, Ana llevaba esperando ocho horas en la Estación Sur, junto con su hija de tres años, para irse de vacaciones a Granada. 'Estamos esperando para viajar desde las seis de la mañana', explicó. Ana intentaba conseguir un billete en una de las empresas afectadas por la huelga: Continental Auto. Pero a esa hora aún no le habían dado una solución. Como ella, decenas de viajeros exigían que las empresas les solucionasen sus ansiadas vacaciones de Semana Santa.

Francisco Javier, un muchacho malagueño, esperaba en la cola de la taquilla de la empresa Daibus para anular su billete a Málaga. 'No me dan ninguna garantía de que vaya a realizar mi viaje con seguridad. Por eso voy a pedir que me devuelvan el dinero y me voy corriendo a Atocha para conseguir un billete de tren', comentó. Los más afectados por la huelga de autobuses fueron, sobre todo, los niños y las personas mayores. Un matrimonio con dos hijos pequeños esperaba paciente a que su autobús partiera hacia Valencia. 'El autocar en el que teníamos que salir lo han anulado', contaba el padre a un familiar por su teléfono móvil. 'Esperaremos al siguiente'.

El ambiente en la estación de Avenida de América no era muy distinto. Los autobuses de la empresa Continental Auto, que parten desde esta estación hacia el norte de España, registraban una actividad poco usual para esta época del año: si normalmente salen 40 autobuses en un Miércoles Santo, ayer sólo lo hicieron ocho, según fuentes de la estación.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de marzo de 2002