Los cariocas (que son los ciudanos de Río de Janeiro y no todos los brasileños), son famosos por saber vivir la vida sin tomarse las cosas demasiado en serio y por usar la creatividad a tope. Incluso en medio de las tragedias. En este momento, por ejemplo, Río vive la mayor epidemia de dengue de la historia, con más de cien mil infectados, que ha causado ya más de 40 víctimas mortales. Y en vez de perder sus fuerzas en arremeter contra los responsables políticos de la epidemia, como el gobernador Anthony Garotinho o el alcalde Cesar Maia, se han puesto cada uno a buscar soluciones. ¿Qué es lo que puede alejar el mosquito fatal de nuestras piernas y brazos?, se han preguntado. Y cada uno se está defendiendo como puede. Los turistas podrían extrañarse, por ejemplo, de ver a miles de cariocas maduros (los jóvenes tienen menos miedo) cargados de collares y pulseras. Pero no son joyas. Son collares y pulseras de perros y gatos antipulgas y antimosquitos, que se han agotado en todas las tiendas de animales y están llegando de otras ciudades del país. También se ha movido la publicidad. El diario O Globo distribuyó con el diario un adhesivo del famoso diseñador Chico Caruso en el que aparecerá el famoso y querido Cristo Redentor de Río matando un mosquito del dengue. Con mucho amor, claro.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de marzo de 2002