No sé hasta qué punto es lógico que el centro de salud que me asignan carezca de pediatra de tarde, considerando que soy madre trabajadora y tengo dos niños de corta edad. Tampoco sé si la lógica dicta que las trabajadoras debamos pedir un día libre a nuestra empresa para poder acudir a la consulta del pediatra de la mañana.
Tampoco sé si es acertado pensar que esta situación encaja 'lógicamente' con la pretendida y cacareada conciliación familiar de los eslóganes del partido gobernante. Tampoco creo lógico que el segundo centro de salud que me corresponde tenga un pediatra de mañana y otro de tarde, pero que este último no admita a más niños desde hace dos años debido a la saturación que soporta su servicio.
Me pregunto qué tiene de lógico vivir en Las Rozas (Madrid), un municipio con más de 50.000 habitantes cuyo perfil familiar mayoritario son parejas jóvenes con hijos, y, sin embargo, no hay pediatra de tarde en función de la zona donde vivas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de marzo de 2002