Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Visita al Prado

Olesa de Montserrat, Barcelona

Como aficionada al arte, me emocionó la idea de visitar el Museo del Prado durante mi estancia en Madrid. Mi ilusión y mi curiosidad desaparecieron al darme cuenta de lo que mi profesora decía acerca de la mala iluminación y las pésimas restauraciones que podría encontrarme; era lamentablemente cierto.

No podía creer lo que estaba viendo.

Focos enormes apuntando sin piedad ni vergüenza a los cuadros, forzando una visión falseada y patética de las pinturas. Parece ser que algunos arquitectos e iluminadores opinan que es mejor la luz artificial e intensa, sin embargo, es todo lo contrario. La luz artificial modifica totalmente la percepción de los colores.

Me parece penoso que se nos muestre un cuadro como Las meninas como una reproducción sin brillo. Esto sucede en la mayoría de los cuadros de este museo. Luego tenemos las restauraciones, verdaderos asesinatos cometidos sin piedad ni respeto.

¿En qué estaría pensando el restaurador que quitó la firma de El Greco en El caballero de la mano en el pecho?

Parece ser que no ha sido el único desaguisado que ha salido de sus manos.

Espero que con el cambio de director cambien muchas cosas. Espero que se respeten las obras de arte y a la gente que, como yo, las respetamos, estudiamos y amamos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de marzo de 2002