Un total de 1.459 vecinos de la localidad navarra de Leitza, la mitad de la población local, ha firmado un documento en el que rechaza la cesión a la Guardia Civil de un edificio, casa Maxurrenea, para su próxima conversión en casa cuartel. Los firmantes demandan que el inmueble, un gran caserón ubicado en el centro de la localidad, se convierta en casa de cultura. El contencioso sobre casa Maxurrenea se remonta al año 1978, en el que el Patronato Amazabal, una comunidad religiosa propiedad del inmueble, donó el caserío a la Diputación Foral condicionando la cesión a su utilización con usos educativos.
El pasado mes de febrero, el gabinete de UPN que preside Miguel Sanz acordó la cesión del inmueble a la Guardia Civil para su habilitación como cuartel. El acuerdo de gobierno vino motivado por la decisión del Ayuntamiento de Leitza, gobernado por Batasuna, de no renovar el alquiler del edificio que alberga el actual cuartel desde principios de siglo, lo que obligaría al instituto armado a abandonar la localidad, en la que la organización terrorista ETA asesinó el 14 de julio de 2001 al concejal de UPN José Javier Múgica.
Hace tres años todas las fomaciones del consistorio exigieron, de forma unánima, la conversión de este edificio en casa de cultura y museo local.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de marzo de 2002