El futbolista canario siempre tuvo el sello del buen manejo del balón -Tonono, Castellano, Guedes, Germán...-, pero ahora, además, parece haber acabado con el mito de la insularidad: se atreve a salir y triunfar. Ahí está Valerón, que empezó en su pueblo, Arguineguín; pasó por la escuela de Las Palmas y es una figura en el Deportivo. Como Manuel Pablo, su compañero lesionado, o Guayre, del Villarreal.
'La falta de carácter se ha ido superando', dice el ex futbolista Germán Dévora, de 58 años, y desde 1983 en el fútbol base de Las Palmas. 'Sin perder nuestros principios, el fútbol canario se ha igualado al peninsular en el aspecto físico', añade Antonio González, encargado de la cantera del Tenerife.
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Los dos principales clubes canarios sufren graves problemas de instalaciones. El Tenerife dispone de dos campos para 150 chicos. Las Pamas, de tres para 170. El respeto es máximo entre ambos, que se diferencian en que el segundo da mucha más salida a los chicos: Jorge, Ángel, Rubén... 'No se me pasa por la cabeza tocar a uno de la UD', asegura González.
La marcha del hasta hace un mes secretario técnico del Tenerife, Felipe Miñambres, tras la llegada de Javier Clemente, ha sido un palo para la escuela. Pero su ideología persiste: 'Ganar, en la cantera, está en un segundo plano. Queremos jugar bien', concluye González.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de abril de 2002