En plena ebullición de la temporada, con las grandes rondas por etapas ya a la vista, los comienzos españoles han vuelto a ser esperanzadores. El viernes, el granadino de Armilla Juan Miguel Mercado demostró con su triunfo en la Setmana Catalana, que ya está para dar el salto a las mayores empresas. Ayer, el guipuzcoano de Pasaia Alberto Martínez se permitió el lujo de ganar el prestigioso Critérium Internacional francés por delante de Lance Armstrong. El estadounidense casi debutaba en la campaña, pero la presencia del triple ganador del Tour dio así más lustre a la victoria del ciclista vasco. En una sola semana han brillado las emes escaladoras y rodadoras españolas.
El de Pasaia logra su mejor triunfo y el de Armilla se confirma como la estrella del futuro
Martínez, el corredor del Euskatel, se unió con su triunfo a los tres españoles que han ganado la prueba, nada menos que Miguel Induráin (1989) y Abraham Olano (2000), junto al asturiano Marcelino García (1997), que prometía más de lo hecho después. Martínez, de 26 años, no ganó la carrera en línea del sábado, ni el primer tramo montañoso de ayer, ni la contrarreloj final disputada sobre 8,5 kilómetros a continuación. Pero fue el más regular.
No cedió tiempo en una primera jornada sin historia, pero de agotadores 287 kilómetros, que dominó en el sprint del pelotón el francés Jean Patrick Nazon (La Française des Jeux). Y estuvo ya entre los mejores en el primer sector de ayer que empezaba a decidir la carrera. El francés David Moncoutié ganó en los 98,5 kilómetros del recorrido por las alturas de la Meuse, tras despegar en los metros finales al español Aitor González (Kelme) y al grupo de los restantes hombres fuertes, que encabezó Íñigo Cuesta, compañero del vencedor. Martínez, casi a rueda de Armstrong, cedió sólo nueve segundos y así pudo jugárselo todo contra el cronómetro.
Armstrong, que esta temporada ya ha dicho que tiene otros objetivos además de intentar volver a ganar el Tour, lo confirmó en su primer contacto serio con las carreteras del noreste francés, cerca de la frontera con Bélgica, por donde en esta ocasión se disputó la prueba. Él era el principal candidato a llevarse el Critérium en la contrarreloj decisiva, pero Martínez se lo quitó por 45 centésimas de segundo. Ganó el sector el alemán Jens Voigt (Credit Agricole), con siete segundos sobre el español y ocho sobre el estadounidense. Voló a más de 49 kilómetros por hora, pero no le sirvió más que para acabar cuarto, pues había perdido 24 segundos en el tramo matinal.
Alberto logró así su mejor victoria profesional desde sus comienzo en 1998. Dos etapas ganadas en carreras de Portugal, más otra en la Vuelta a Burgos de 2000 y en la Midi Libre de 1999 eran su bagaje, aunque había brillado habitualmente en las carreras medias por etapas, donde ha rondado los primeros lugares, como el segundo puesto que logró en la Vuelta al País Vasco del año pasado.
Ayer, además, se tomó una cumplida revancha de su caída en la edición del año 2000, la ganada por Olano, cuando sufrió una caída en la primera etapa disputada bajo la lluvia por el suroeste francés.
La semana española de final de marzo, la que lanza definitivamente la campaña internacional, empezó con disgusto y ha terminado con éxitos. El sábado 23 se produjo el pequeño fiasco de Óscar Freire, abandonado por su equipo Mapei en el sprint final de la Milán-San Remo, que ganó así fácilmente Mario Cipollini (Acqua&Sapone), sí arropado por los lanzadores de su equipo. El próximo domingo lo tendrá mucho más difícil con las palabras mayores de las clásicas belgas que se inician con el Tour de Flandes.
Pero antes del último éxito de Martínez llegó el viernes el de Mercado. "Creo que estoy ya preparado para afrontar retos importantes. Es mi confirmación como profesional, pues llevo cuatro años en la máxima categoría, pero salvo algunas carreras la pasada temporada, nunca he tenido presión", dijo el corredor del iBanesto.com tras ganar la Setmana Catalana. A sus 23 años (no cumplirá los 24 hasta el día de San Fermín, el 7 de julio) dio ya la sensación de un corredor hecho. Sus anuncios de la temporada pasada parecen convertirse en realidad. Mercado empezó a sonar con su victoria en la Vuelta a Burgos 2001, que sentenció con la etapa reina en las Lagunas de Neila. Pero, sobre todo, con su magnífica actuación en la pasada Vuelta a España. El triunfo en la etapa de los Lagos de Covadonga fue ya otro aldabonazo. Entrar en la orla de una cima tan mítica para el ciclismo imprime carácter, pero no le habría servido tanto si su buena carrera en conjunto no lo hubiera completado. Y lo hizo hasta permitirle terminar quinto en la general final.
El corredor andaluz que empezó a Vitalicio y recogió iBanesto en 2001, es de esas joyas que se están cuidando para las obras grandes. Sin prisa, pero sin pausa. De momento, en la etapa reina de la Setmana, bajo la niebla y el frío de la subida a Pal, se fue con inteligencia y clase junto al italiano Guerini, y aunque el corredor del Telekom le venció en la cima, el granadino empezó allí a sellar un triunfo global y, sobre todo, significativo, que le coloca como el corredor que puede garantizar los éxitos más sonados en el futuro inmediato del ciclismo español.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de abril de 2002