En 2001, los exportadores españoles de frutas y hortalizas tuvieron serias dificultades para aumentar sus ventas en el exterior, según los datos manejados por la Administración. Durante ese periodo, las ventas de productos hortofrutícolas ascendieron a 8,8 millones de toneladas, con un crecimiento de sólo el 2%. En valor supusieron unos ingresos de 6.244 millones de euros, con un crecimiento del 9%.
En frutas se exportaron 4,9 millones de toneladas, lo que supuso un 4,9% menos que en el ejercicio anterior. En hortalizas las ventas ascendieron a 3,8 millones de toneladas, con un crecimiento del 11%. El 90% de todas las operaciones se realizaron con el resto de los países comunitarios, destacando Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. Por el contrario, bajaron las ventas a terceros países.
Las impotaciones experimentaron a su vez un aumento del 14,4% en volumen y del 25% en valor, con 1,6 millones de toneladas, por importe de 829 millones de euros. La mayor parte de las compras se hizo en otros países comunitarios como Francia, Países Bajos y Bélgica, con productos como manzanas, espárragos y patatas. Para José María Pozancos, responsable de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, este ligero crecimiento de las ventas en el exterior refleja un grave problema del sector productor español para ganar mercados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de abril de 2002