Un total de 38 personas, de las 142 heridas en el accidente ferroviario de Torredembarra (Tarragona), permanecían ayer por la tarde ingresadas en distintos centros hospitalarios de Tarragona y Barcelona, según la Dirección de Emergencias de la Generalitat de Cataluña. De ellos, al menos cinco se encuentran en estado grave o muy grave, de acuerdo con fuentes médicas.
La mayoría de los heridos sufrieron traumatismos y fracturas y fueron trasladados a centros sanitarios de poblaciones cercanas a Torredembarra, aunque cuatro de ellos ingresaron en el hospital de Bellvitge (Barcelona), dada su gravedad. Ayer permanecían dos personas hospitalizadas en este centro en estado grave. Anna P. S, de 12 años, e Isabel G. P., de 73 años, sufrieron diversas fracturas, según el parte médico del centro.
Los dos principales centros sanitarios de Tarragona, el hospital Joan XXIII y el de Santa Tecla, acogieron a la mayoría de las víctimas del choque ferroviario. En total, atendieron a 79 personas, 23 de las cuales permanecían aún ingresadas ayer por la tarde. En el hospital Joan XXIII, tres personas se encontraban ingresadas en la UCI, una en estado "bastante crítico".
Una niña, Sandra R. G., fue trasladada desde Tarragona al hospital infantil Sant Joan de Déu, en Barcelona.
Otros 12 heridos se encontraban ingresados en hospitales de Reus y Valls (Tarragona), Valencia y Tarragona.
Dos estaciones cerradas
El presidente de Renfe, Miguel Corsini, informó ayer de que los trabajos de limpieza de las vías afectadas por la colisión se prolongarán durante cuatro o cinco días. A causa del accidente permanece interrumpido el tráfico en el tramo comprendido entre las poblaciones de Sant Vicenç de Calders y Tarragona. Además, se encuentran cerradas las estaciones de Torredembarra y Altafulla.
Mientras no se restablezca el servicio, Renfe desviará los trenes por la ruta alternativa que pasa por La Plana-Picamoixons y Reus. La compañía ha puesto a disposición de los pasajeros con origen o destino en las estaciones cerradas un servicio de autobuses que cubrirá los trayectos anulados.
A pesar de los servicios alternativos, los portavoces de Renfe reconocieron que "los retrasos serán inevitables" como consecuencia del corte de uno de un tramo por el que en días como hoy, retorno de las vacaciones de Semana Santa, circulan más de 7.000 personas. Unos 20 trenes que unen la Comunidad Valenciana con Barcelona y viceversa registraron ayer retrasos de entre una hora y hora y media.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de abril de 2002