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Los primeros sondeos vaticinan una derrota del partido del presidente Kuchma en Ucrania

El liberal Víctor Yúschenko defiende un programa de reformas en las legislativas de ayer

Más de 24 millones de ucranios (el 65,22 % de los 37 millones con derecho a voto) participaron ayer en unas elecciones parlamentarias que, según las encuestas a pie de urna, daban ventaja a la opción de cambio representada por el ex jefe del Gobierno Víctor Yúschenko y su bloque Nuestra Ucrania (NU). Yúschenko se opone desde posiciones liberales y nacionalistas a las fuerzas favorables al presidente Leonid Kuchma, aglutinadas en torno al bloque Por una Ucrania Unida (PUU). Según los sondeos, NU aventajaba ligeramente a los comunistas y superaba con creces al PUU.

El dilema que se presentaba en las urnas era el de continuar el rumbo de estabilidad vinculado con Kuchma, una figura debilitada por diversos escándalos, o bien crear las condiciones para impulsar la reforma económica y restablecer la confianza en la desacreditada clase política.

De las 33 fuerzas fuerzas políticas de diverso signo que participaban en los comicios, un total de seis, siempre según las encuestas, habían superado la barrera del 4% necesaria para entrar en el Parlamento (la Suprema Rada), de 450 diputados, de los cuales 225 se eligen por listas de partido y 225 en distritos mayoritarios.

Según dos encuestas distintas, NU se habría colocado en cabeza (con el 25% ó el 24,1% de los votos), seguida del Partido Comunista de Ucrania (con el 20,5% ó el 22,1%), y del bloque pro presidencial PUU (con el 10,6% ó el 10,4%), dirigido por Vladímir Litvin, el jefe de la Administración de Kuchma. También habrían pasado la barrera del 4% dos formaciones de oposición (el bloque de Iulia Timoshenko y el Partido Socialista de Alexandr Moroz) y el Partido Socialdemócrata Unificado, afín a las fuerzas pro presidenciales.

De confirmarse estos sondeos, cuando se den a conocer hoy los resultados provisionales, las mayorías parlamentarias, a las que aspiran unos y otros, sólo serán posibles con una coalición de varios socios. Esta circunstancia abre la perspectiva de complejos equilibrios, que crearán el marco político para las elecciones presidenciales en el 2004. En ese año Kuchma concluye su segundo y último mandato y se enfrenta a un relevo, en el que las fuerzas pro presidenciales y el propio presidente trataran de conseguir continuidad e inmunidad.

Como país centroeuropeo situado entre Rusia, por una parte, y los países de la Unión Europea y la OTAN, por otra, Ucrania fue una pieza estratégica clave para Washington y Moscú tras el derrumbe de la Unión Soviética. Kuchma, un antiguo director de una fábrica militar, que tiene buenas relaciones con Rusia, ha visto perjudicada su imagen por asuntos que van desde la corrupción al contrabando de armas con Irak, pasando por el asesinato del periodista Georgui Gongadze. El presidente, que ha negado todas las graves acusaciones que se le imputan, reiteró ayer que no estaba involucrado en el contrabando de armas con Irak.

El bloque pro presidencial, al que se conoce también por el nombre jocoso de "Por la Comida", está constituido por formaciones que en gran medida coinciden con los grupos que en febrero del 2000 formaron la mayoría parlamentaria actual. Formalmente, el Partido Comunista de Ucrania, con más de 100 diputados, está en la oposición y es la principal fuerza política representada en el parlamento.

Candidato proeuropeo

Yúschenko, que fue cesado como primer ministro en abril del 2001 con el voto de la mayoría pro presidencial y los comunistas, es considerado un reformista competente. Gracias a una gestión racional y a una imagen no empañada por los escándalos que afectan a otros de sus colegas, Yúschenko se apuntó algunos éxitos durante los 16 meses de su Gobierno. El político, un experto en finanzas, que fue presidente del Banco Central de Ucrania, no se ha querido enfrentar directamente a Kuchma y se esfuerza por mantener la equidistancia en el delicado juego de las relaciones exteriores de Ucrania. Sin embargo, desde la perspectiva rusa, es visto como un candidato prooccidental con el que simpatiza EE UU.

Si las encuestas se confirman en los resultados definitivos, Yúschenko podrá formar una coalición con la ex vicejefe del Gobierno Iulia Timoshenko, una cualificada economista que formó parte de su gobierno. Timoshenko, conocida por el apodo de la reina del gas, elaboró un programa para sanear y hacer mas transparente la gestión del complejo energético del país.

Un país empobrecido y exportador de emigrantes

Diez años después de la independencia, los contrastes entre la pobreza y la riqueza son abismales en este país de 49 millones de habitantes, mayor que Francia. En Kiev, la capital, las grandes boutiques internacionales ofrecen sus prendas a la minoría que puede pagarlas, y los Mercedes blindados, producto de turbios negocios metalúrgicos o petroleros, esperan a sus amos junto a los edificios de la presidencia.En el metro, una fatigada masa humana circula entre los jubilados que sobreviven vendiendo flores en los pasos subterráneos. Los precios de los servicios municipales son a veces más caros que los sueldos medios, de algo más de 45 euros, y éstos, a su vez, están por debajo del mínimo vital, según las estadísticas oficiales. El contraste se hace más acusado en una localidad como Tarashcha, a 120 kilómetros al sur de Kiev, donde esta corresponsal llegó acompañando a Alexandr Moroz, el líder del Partido Socialista de Ucrania. Tarashcha vive las secuelas del cierre de las industrias de defensa. Varios ciudadanos, pobremente vestidos, aseguraron vivir de la bolsa, es decir, de la oficina de empleo. Piotr, un mecánico parado desde hace cuatro años, no recibe ya ningún subsidio, pero su hijo, de 21 años, también en el paro, percibe 32 grivnias (algo más de 6 euros) al mes. Julia, una profesora de alemán jubilada, recibe 129 grivnias al mes. En activo ganaría 250 grivnias. Para Leonid Kravchuk, la pobreza es el problema más grave de Ucrania. 'Un 80% de los ucranios vive pobremente o muy pobremente, y ése es el mayor peligro para la estabilidad del país', dice el primer presidente de Ucrania (1990-1994).Ucrania, que tiene menos materias primas que Rusia, ha privatizado su economía. El sector privado, del que procede casi el 50% del PIB, se ve ahogado por un corrupto sistema de complicidades con la política.El jefe de la Administración Presidencial, Vladímir Litvin, se jacta de que el crecimiento económico será este año del 7%, pero el diputado Anatoli Matvienko señala que se debe a que la exportación metalúrgica practica el dumping. La pobreza ha transformado Ucrania en un país de emigrantes. Según diversos cálculos, el éxodo abarca desde varios centenares de miles de personas a más de un millón, y se dirige tanto hacia los vecinos eslavos (Polonia, Bielorrusia o Rusia) como hacia Occidente. 'Gracias a España y Portugal, nuestros hijos tienen trabajo', señala en Lvov, en el occidente del país, un anciano que participa en un mitin contra Leonid Kuchma.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de abril de 2002

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