La Dirección de Salud Pública del Gobierno retiró ocho productos alimenticios de los comercios vascos durante el año pasado. En ninguna de esas inmovilizaciones se registraron intoxicaciones y la mayoría pasaron desapercibidas para los consumidores.
Entre las partidas retiradas figuran unas salchicas fabricadas en Bégica con carne que no fue sometida a análisis, aceite (por falta de registro sanitario) y la que más preocupación causó: aceite de orujo. De la misma forma, la inmovilización más extraña fue la del anís estrellado, que incluía especies botánicas tóxicas.
La Dirección de Salud Pública dispone de un sistema de alertas que le permite actuar de manera inmediata una vez que ha sido avisada. A su vez, cualquier problema que puede ir más allá del ámbito de la comunidad autónoma debe ser advertido al ministerio, quien a su vez informa a la Comisión Europea en el caso de que el producto sospechoso haya cruzado la frontera.
Cuando llegan las alertas se clasifican en información si el producto no ha entrado en Euskadi y si existen dudas sobre si ha penetrado en la comunidad, se moviliza a los técnicos de salud pública de las diferentes comarcas para que retengan los productos y no puedan llegar hasta los consumidores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de abril de 2002