Ni la mítica bebida de cola está a salvo de los cambios en los gustos del consumidor. Coca-Cola, el mayor fabricante de refrescos del mundo, trabaja en secreto en una nueva versión con sabor a vainilla de su bebida de bandera para impulsar las ventas, en declive desde hace más de un año, según afirmaba ayer Financial Times. Si el proyecto sigue adelante, será el mayor lanzamiento de un nuevo producto de Coca-Cola en los últimos 16 años.
La firma estadounidense ni confirma ni desmiente: 'Siempre tenemos varias cosas en desarrollo'. Pero Beverage Digest, revista especializada de prestigio en el sector, informa esta semana de que el proyecto está en una fase muy avanzada. Las bebidas de cola están perdiendo mercado en favor de las bebidas sin burbujas y las empresas afectadas centran sus esfuerzos en lanzar nuevos productos. Las ventas de la Coca-Cola clásica cayeron el año pasado un 2% en Estados Unidos.
Coca-Cola ha sido cuidadosa a la hora de introducir en el mercado bebidas nuevas bajo su marca, su mayor activo. La única variación realizada sobre la cola tradicional fue la Cherry Coke, lanzada en marzo de 1985. Al mes siguiente la compañía intentó cambiar su fórmula base, empleada durante 99 años, por otra más dulce. Fue un desastre: las quejas de los usuarios forzaron al grupo a recuperar la antigua. La vainilla parece una opción segura. Muchos estadounidenses ya suelen verter en sus colas el jarabe de vainilla utilizado normalmente para aderezar los postres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de abril de 2002