El Ejército israelí comenzó ayer a instalar sacos terreros y alambradas en torno a las oficinas en ruinas del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, según anunció por teléfono un responsable desde el interior del complejo presidencial de Ramala. Desde el pasado viernes, el presidente Arafat y un grupo de altos cargos militares y escoltas palestinos se encuentran cercados en una planta de la residencia, sin luz eléctrica ni agua potable. En la noche del sábado al domingo, los militares israelíes autorizaron la entrada de agua y alimentos para los sitiados. Ayer, el patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, envió alimentos y agua al líder palestino. Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Simon Peres, pidió que se "aligere" el sitio.
El ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer, mostró en cambio su intención de "aislar" a Arafat. "Espero que el Ejército tome todas las medidas necesarias para que el aislamiento de Arafat sea total, aunque no tenemos la intención de humillarlo", dijo.
Según fuentes israelíes, Arafat alberga en sus dependencias a varios dirigentes palestinos buscados por el asesinato en octubre del ministro de Turismo de Israel, Rehavam Zeevi. Los israelíes creen que Arafat acoge al líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina, Ahmed Sadat.
Desde el domingo, alrededor de medio centenar de pacifistas de países occidentales se encuentran encerrados con Arafat para mostrarle su solidaridad. "Estamos resueltos a permanecer con Arafat hasta el fin del ataque o hasta la retirada de las fuerzas militares israelíes de Ramala", manifestó una portavoz de los pacifistas.
"Conspiración de silencio"
"Hay una conspiración de silencio de la comunidad internacional", dijo anoche Arafat al enviado especial de la UE, Miguel Ángel Moratinos. La dureza de las palabras del líder palestino refleja el aislamiento que se vive en el complejo de Al Mokata.
Moratinos, que logró conversar con Arafat vía telefónica, recordó al dirigente palestino que la Unión Europea, y España en su calidad de presidente de turno, así como el representante de política exterior, Javier Solana, habían estado haciendo intensas gestiones para desbloquear la situación. El enviado europeo también aseguró a Arafat que él mismo está "trabajando día y noche" en un esfuerzo para avanzar una solución. Moratinos se reunió ayer también con los otros mediadores internacionales -Estados Unidos, Rusia y Naciones Unidas-, aunque los contactos proseguirán hoy al no haber superado las diferencias que, aún, les separan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de abril de 2002