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OPINIÓN DEL LECTOR

No sé por qué

No se por qué las autoridades del Metro se molestan en poner carteles y avisar por todos los lados que está prohibido fumar en toda la red, incluidos pasillos, porque todo el mundo se pasa a la torera dicha norma, incluidos ciertos trabajadores.

Estoy harta de tener que aguantar día tras día el humo de los cigarros, que afecta a los que no fumamos y que nos sienta muy mal el tabaco, y que cuando les pones mala cara por ello, o incluso te atreves a recordarles cuál es su deber, te miran con cara en que se mezcla el desprecio y una especie de sensación de triunfo irracional, junto con chulería. El colmo es ver a los propios trabajadores de Metro hacer caso omiso de la prohibición y echando humo por todas partes. Seguiré pagando el billete correspondiente, sólo espero que parte del importe se dirija a los hospitales que tratan casos de cáncer de pulmón de fumadores pasivos. Sería una manera de recompensarnos, ¿no creen? Gracias.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de abril de 2002