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CARTAS AL DIRECTOR

Baja de maternidad y fracaso escolar

Por fin una propuesta, la de aumentar la baja maternal a un año, que tiene en cuenta las necesidades de los bebés recién nacidos, y no sólo los de las empresas. Otros países europeos ya han alargado la baja de maternidad, porque han visto que es más barato apoyar el maternage que gastarse el presupuesto en médicos, psiquiatras o incluso en la justicia. Con lo que se sabe en psicología, no podemos seguir haciendo como si fuera indiferente la forma en que se cría un bebé. A poco que observemos la naturaleza, vemos que la duración e importancia de la etapa de crianza es directamente proporcional a la inteligencia de la especie. Cuanto más inteligente es ésta, más prematura nace la cría, mayor la dependencia de la madre y más valiosa su labor.

Es en esa etapa donde tiene lugar la mayor parte del desarrollo cerebral. Y hace tiempo que se sabe que no hay nada que estimule más en los niños su inteligencia, su curiosidad, su creatividad, su alegría de vivir, su autoestima y su salud que ser criados (y amamantados) por sus madres. Hoy se tienen pocos hijos. La incorporación de la mujer a la vida laboral es necesaria, pero hacerlo a costa de sacrificar las necesidades de los niños tiene un coste, queramos verlo o no. Un coste que pagan los niños mal-criados y la sociedad también.

Las consecuencias de este profundo desarraigo que viven nuestros bebés en etapas tempranas las estamos cosechando en forma de fracaso escolar, inadaptación, incremento de la violencia, conductas antisociales y escapistas. Cualquier puesto laboral es sustituible. La crianza de un bebé por su madre, no. Y la sociedad y el Estado deben apoyar a la familia para que las madres (o padres) puedan dedicar ese tiempo único, insustituible y transitorio para criar a su bebé, si así lo desean. Y también flexibilizar/humanizar el sistema empresarial para que la vida laboral no tenga que ser necesariamente un continuum inalterable, a pesar de que ocurran acontecimientos tan importantes como el nacimiento de un hijo. Obviamente, una crianza mediocre/deficitaria no es la única causa del descenso del nivel escolar. Habrá muchas causas particulares, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad para citar el daño que hace el abuso de la televisión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de abril de 2002