El navegante brasileño Amyr Klink es una especie de héroe nacional que, con su velero Parati 2, ha revelado ya muchos secretos de la Antártida. Amyr regresa estos días de su primera etapa de un viaje por todo el mundo y desde la Antártida, por teléfono, ha dado una mala noticia: este año todas las crías de pingüinos van a morir por la llegada anticipada del invierno. Como el frío llegó antes de tiempo, no tuvieron tiempo de construir sus nidos y las crías son aún muy pequeñas para poder sobrevivir. Sólo los adultos podrán resistir el frío. Quienes se han beneficiado de la llegada anticipada del invierno han sido las focas, que, según Amyr, están muy gordas y disponen de más hielo para descansar. También ha comunicado que ha podido avistar elefantes marinos y pingüinos emperadores bastante más grandes que los normales, que llegan a 80 centímetros y tienen las plumas más coloridas. Cada viaje por los mares del navegante brasileño es una pequeña fiesta para pequeños y grandes por las aventuras que cuenta a su regreso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de abril de 2002