El Madrid pasó de los arabescos al miedo. Lo dijo Hasan Salihamidzic, ufano y brutal en la cadena Premiere, tras el choque: "Se cagaron". En la segunda parte, el Bayern salió a apretar. Los bávaros miraron al cielo y lanzaron una andanada interminable de balones largos, frontales, a la cabeza de Elber, Pizarro, y cualquiera que se plantara en la frontal del área de César para peinar, pescar el rechace, y rematar a la primera. "Creímos que todo estaba ganado...", se lamentó Del Bosque, que pasó una noche tensa, y aunque no salió mucho del banquillo, no dejó de revolverse en su propio abrigo. "Cuanto más controlado parecía el Bayern, cuando parecía que habían agotado sus recursos futbolísticos, han provocado el juego directo y eso ha propiciado nuestra derrota", agregó el entrenador blanco.
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Los jugadores del Madrid se fueron al descanso emocionados ante la fácil victoria parcial. Sólo habían hecho tres remates -uno de Raúl y dos de Geremi- para imponerse en el marcador. "Ellos no son del otro mundo", disparó Salihamidzic. Y añadió: "En el primer tiempo dominaron, pero se dedicaron a hacer taquitos y no fueron realmente imponentes. En el segundo tiempo mostramos que si se les presiona se cagan en los pantalones".
Del Bosque se puso serio: "Son historias que sabemos de antemano, y por mucho control que tengamos del juego el Bayern siempre es peligroso. Es la historia que se escribe antes del partido y que al final se cumple. Nos vamos dolidos por resultado, pero el Bayern ha ganado a su más puro estilo".
El técnico salmantino explicó que puso a Geremi como volante derecho para defender, más que para atacar -a pesar de que el camerunés fue el hombre más peligroso del Madrid-: "No quisimos ser tan cándidos de dejarles a ellos todo el campo para manejar el juego. Lo hice para tapar a Lizarazu y reforzar el juego aéreo del equipo. Queríamos cortar el juego por las bandas de ellos, y sobre todo, en el primer tiempo lo hemos logrado con eficacia".
Roberto Carlos, que se prodigó en taconazos, se mostró optimista: "La primera parte ha sido buenísima. En nuestro campo somos muy fuertes y vamos a ganar. Podemos perder aquí 20 años, pero lo importante es estar en la final".
Roberto Carlos explicó en El Larguero, de la SER, que jugó en corto y de tacón porque "el campo estaba mal para dar pases largos y teníamos que cuidarnos de las pérdidas por los contragolpes. No quisimos ofender a nadie".
El lateral brasileño se mostró irónico al saber las palabras de Salihamidzic: "Él es bosnio y sabrá lo que dice cuando habla del mejor equipo del mundo. Yo no sé qué han ganado los bosnios jugando al fútbol".
El portero alemán, Oliver Kahn, vio la paja en el ojo ajeno y se quejó de la arrogancia de algunos jugadores del Madrid: "Ellos cometieron el error de comenzar a jugar de forma arrogante, para pretender ridiculizarnos. Eso es algo que duele y que nos hizo salir más motivados en la segunda parte".
No es la primera vez que los jugadores del Bayern critican los taconazos y el exceso de pisado del balón que exhiben los madridistas. Esto mismo ocurrió en las semifinales de la Liga de Campeones del año 2000, cuando los futbolistas del Bayern se mostraron irritados ante la actitud sobrada de Redondo en el campo.
El entrenador alemán, Ottmar Hitzfeld, hizo hincapié en el poder de su equipo frente a la técnica de su rival. Se refirió al asunto en términos enfáticos: "El Real Madrid ha sido muy defensivo", comenzó el técnico, "y eso fue algo extraño en él", continuó. "Nosotros hemos tardado 45 minutos en recobrarnos del gol. Luego demostramos que ellos pueden tener talento, pero nosotros tenemos la fuerza", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de abril de 2002