Durante dos noches consecutivas, el rebaño de un pastor de Colmenar del Arroyo ha recibido una visita mortal. Ochenta ovejas han muerto a dentelladas, muchas de ellas devoradas por completo. El pastor, Manuel Quintas, sospecha que el culpable es un grupo de perros salvajes, o 'el lobo, que ha vuelto'. Asegura que no pone cepos o recurre a la escopeta 'porque luego la Comunidad te monta el lío'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de abril de 2002