Las ventas se impusieron en la jornada de ayer en el bolsa española. Los mercados volvieron a valorar de forma negativa la difícil situación que atraviesa Oriente Próximo y por lo tanto las repercusiones en el precio del crudo. El petróleo continuó al alza, llegó a alcanzar los 28 dólares, lo que provocó mayor incertidumbre en la renta variable.
La situación en estos momentos no invita demasiado a tomar posiciones y la prudencia se vuelve a adueñar de todas las bolsas, a la espera de noticias más tranquilizadoras. El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, advirtió de las consecuencias de un pretróleo al alza y el efecto que pueda tener en la inflación. De momento, en la reunión de ayer se optó por mantener los tipos de interés en el 3,25%, el Banco de Inglaterra los mantuvo en el 4%, y ya son muchos los analistas que opuestan por subidas en el precio oficial del dinero más pronto de lo que se pensaba.
Los datos empresariales también preocupan en las bolsas por lo que el panorama en el corto plazo no permite dar muchas alegrías. De todas formas, las ventas no presionaron con fuerza y los descensos en los principales valores del mercados fueron los que arratraron a los índices. Telefónica perdió el 1,12%, Repsol bajó un 2,02% y los grandes bancos también se decantaron por las pérdidas. En el lado positivo, Puleva Biotech registró la mayor subida del mercado, un 17%, tras anunciar que ha solicitado dos nuevas patentes.
El índice general de la Bolsa de Madrid perdió el 0,69% y el Ibex 35 un 0,87%. En el resto de los plazas europeas los descensos también dominaron y fue París la más castigada con un 2%.
El volumen de negocio en el mercado continuo rondó los 2.500 millones de euros. En divisas el euro marcó un cambio medio en 0,8818 dólares, aunque por la tarde perdía el nivel de los 88 centavos de dólar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de abril de 2002