Andersen, la auditora en crisis procesada por el caso Enron, cederá a su rival Deloitte & Touche parte de sus actividades de asesoría fiscal en EE UU, según indicó ayer en un comunicado. Además, fuentes cercanas a la firma aseguraron que Andersen despedirá de forma inmediata a 6.500 empleados para evitar la suspensión de pagos.
El negocio de la menor de las Cinco Grandes auditoras de Estados Unidos se desmantela. Mientras los socios internacionales buscan aliados para desvincularse de la matriz -en España han elegido a Deloitte-, Andersen intenta salvar parte de su negocio en EE UU. Deloitte, la segunda de las Cinco Grandes, integrará en su red a cerca del 50% de los 560 socios que realizan actividades de asesoría fiscal. El acuerdo, del que no han trascendido los términos financieros, incluye a los empleados y las oficinas de las ciudades principales del país.
Andersen lucha por su superviviencia. Se enfrenta al procesamiento en el caso Enron (empresa que quebró por sorpresa pese a que la auditora avaló sus cuentas) y a las demandas de los accionistas de Enron, que exigen compensaciones. Sin embargo, el Gobierno estadounidense está dispuesto ahora a estudiar un acuerdo extrajudicial, siempre y cuando la firma admita que destruyó documentos de manera ilegal, según publicaba ayer The Wall Street Journal. El juicio se inicia el 6 de mayo y, según fuentes del Departamento de Justicia, se podría llegar antes a un acuerdo extrajudicial.
Tras la dimisión de Joseph Berardino, Andersen Worldwid, que agrupa a la red internacional de la firma, ha nombrado a Aldo Cardoso nuevo presidente ejecutivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de abril de 2002