Por segunda vez en menos de cuatro meses, la avería de un autobús en el bus-VAO de la N-VI volvió a colapsar la entrada a Madrid. En esta ocasión, casi medio centenar de autobuses quedaron atrapados, tras el averiado, en el estrecho carril reservado para ellos. Sus pasajeros tuvieron que bajarse de los vehículos y llegar a Moncloa andando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de abril de 2002