"Yo no creo que haya inventado nada, lo único que he hecho ha sido actualizarlo, con la técnica y las nuevas tecnologías. Me gusta comunicar y actuar con la gente". Joaquín Guzmán, de 38 años, es el padre y voz principal, desde 1995, del programa La gramola (de 21.00 a 24.00), en M-80, y que cada día escuchan 225.000 personas.
A veces llegan cartas (Aguilar) es el libro de Guzmán, que se acaba de publicar, y que condensa y explica la lluvia de misivas de sus numerosos seguidores. En él se han seleccionado 200 escritos. Joaquín Guzmán explicó el jueves pasado en Mallorca el origen de la obra: "Muchas de las más de 50.000 cartas recibidas me hacían pensar más de 10 minutos, me impresionaban y me las guardé en una caja. El detonante fue cuando el 12 de julio de 1997 ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco. Llegó un aluvión de cartas y faxes con una carga emocional impresionante. Sin embargo, en el libro no hay ninguna de las notas de aquel día".
Curtido en las ondas piratas anti-OTAN, Guzmán se instruyó en las aulas de Sociología y vivió otra realidad de funcionario de Trabajo Social en Madrid. Con este currículo entró en el semillero de la radio musical y ahora también selecciona músicas y da noticias de cantantes en Hoy por hoy, con Iñaki Gabilondo en la SER.
La gramola nació en "el apogeo y éxito de Hablar por hablar, en la cadena SER, con Gemma Nierga", reseñó Guzmán. A diario se emiten cerca de 35 canciones atendiendo las peticiones del oyente, un reverso contemporáneo del "disco solicitado con dedicatoria, un pasado rememorado que se sustenta en las historias y opiniones en libertad de las viejas y nuevas generaciones, sin fórmulas previas ni apriorismos", indicó el director y presentador.
"Buscamos un lado vivencial, habitual. No sólo desgracias, lástimas o penas; queríamos cosas curiosas y cotidianas: que sale la luna llena y hay que cortar la alfalfa, los relatos de los faroleros, los solitarios que cruzan el mundo en bicicleta". Guzmán resalta el caso del preso de Zaragoza que desde una cárcel le relató cómo forzó su encarcelamiento para matar al preso que violó a su hermana de 11 años y pretender restituir su honor.
"A mí los oyentes quizás me ven cercano, se sienten bien, y así verbalizan sus problemas. Pero nadie nos pide la música de Operación Triunfo. No deben escucharnos los marcianos [por los seguidores del programa de Tele 5]. En La gramola anidan las canciones de los sentimientos, el cariño a la madre, la música que da fuerza en el examen y la que deja poso", añadió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de abril de 2002