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Gil señala a Muñoz como sustituto

'De momento, yo sigo siendo el alcalde', declaró ayer Jesús Gil a este periódico. El presidente del Grupo Independiente Liberal (GIL) subrayó que 'el GIL fue creado en Marbella y para Marbella y aquí seguiremos', confirmando que presentará una candidatura de su partido a las elecciones municipales del año que viene.

Sobre su sustituto, cuando entre en vigor la inhabilitación, afirmó que será 'el que está [de alcalde accidental], Julián Muñoz, con el resto del equipo, porque estamos muy unidos'. Gil añadió que el cabeza de lista por Marbella de su partido, en las municipales de 2003 será 'también Muñoz Palomo y los mismos concejales; sólo si alguno no quiere ir se le sustituiría'.

Gil mantiene que todavía no ha decidido si recurrirá al Tribunal Constitucional; 'a lo mejor no me interesa', dijo. Y sigue afirmando que ha sido víctima de una conspiración política: 'La vista del Supremo se decidió cuando el PP y el PSOE estaban negociando los miembros del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial, entonces se decidió que el ponente fuera un hombre mayor, un ex fiscal; esto es un cachondeo, so pretexto de eliminarme, cuando no se hablaba de Batasuna, han adelantado el juicio un año...'.

El alcalde añade otros argumentos a la teoría de la conjura contra su persona: 'Si yo hubiese hecho lo del BBVA o lo de Gescartera me habrían fusilado. Me han acusado de ladrón, falsificador, mafioso con Berlusconi. Pero lo pagarán; quienes han sido absueltos van a querellarse contra el fiscal y el juez instructor'.

Sobre la sentencia dijo que 'después de todo he salido bien parado, porque no se ha demostrado que haya habido malversación, el Ayuntamiento no ha sido robado y el Atlético de Madrid no se ha beneficiado; los problemas han surgido en los trámites burocráticos, pero están muy equivocados, porque estos temas no tenían que ir a pleno; es como si cuando trajimos a Julio Iglesias o a Elton John hubiésemos tenido que hacer tantos trámites'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de abril de 2002