Joan B. Culla dedicaba el pasado día 5 de abril un interesante artículo, con el título de La ciudad amputada, a describir la relación de la Ciudad Condal con la Ciutadella. Me gustaría ampliar un poco más la información que facilita refiriéndome a que ya durante el Trienio Liberal (1820-1823) los constitucionales plantearon la necesidad de derribar la Ciutadella, concretamente fue la Sociedad Patriótica Barcinonense de Buenos Amigos la que se dirigió a las Cortes en el verano de 1820 reclamando su demolición. La sociedad patriótica barcelonesa argumentaba que la fortificación de la Ciutadella era 'un signo ominoso de vasallaje para los catalanes'; que no daba ninguna 'seguridad a la población', sino al contrario, y que además impedía 'la comunicación directa con el puerto'. Por todo ello pedían que 'diesen orden las Cortes para derribar inmediatamente dichas fortificaciones, mandando fabricar casas en su lugar que hermoseasen la ciudad'. Creo que es la primera vez que públicamente se pide tal cosa con argumentos políticos que demuestran una plena conciencia del significado que la Ciutadella tenía para los barceloneses y los catalanes: el de recordarles su derrota ante las tropas de Felipe V y la pérdida de sus instituciones propias.
La demanda de derribo de la Ciutadella era coherente con la reivindicación de los constitucionales del Trienio Liberal de las viejas instituciones y constituciones catalanas abolidas por Felipe V, como el antecedente de la Constitución de 1812 y del régimen constitucional. He escrito ampliamente de todo ello en mi libro La revolució de 1820 i el Trienni Liberal a Catalunya (Vic, Eumo Editorial, 2001).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de abril de 2002