Cerca de la medianoche de ayer, agentes antidisturbios de la Guardia Civil escoltaron a los seis representantes de la compañía americana United Biscuits que permanecieron retenidos durante cerca de trece horas por un centenar de empleados de Fontaneda en la fábrica que se ubica en la localidad palentina de Aguilar de Campoo, que la multinacional está dispuesta a cerrar.
Los antidisturbios para poder acceder al interior de la fábrica hicieron uso de la fuerza y una vez consiguieron rescatar a los retenidos aún tuvieron que volver sobre sus pasos pues los miles de vecinos concentrados en las puertas impidieron su salida, lanzándoles, incluso, piedras. Los agentes usaron botes de gases lacrimógenos para dispersar a la gente que se agolpaba a las puertas de la fábrica y dos personas tuvieron que ser atendidas por la inhalación de gases.
La multinacional United Biscuits, propietaria de la factoría de Fontaneda en la localidad palentina de Aguilar de Campoo, ratificó ayer su decisión de "cesar la actividad de la fábrica en aras de garantizar el proyecto global" de la empresa en el mercado español. En el comunicado emitido por la empresa estadounidense se explica que la multinacional no tiene intención de vender la marca y que trasladará la producción de Palencia a sus fábricas de Viana, en la comunidad autónoma de Navarra, y Orozco, en el País Vasco. Junto a esto, y sin haber conocido la retención por parte de los trabajadores de sus directivos, United Biscuits advierte de que la negociación con los sindicatos puede traer soluciones inmediatas para el 100% de los empleados "desde una posición ética y responsable".
La Junta quiere negociar
La Junta de Castilla y León, por su parte, ha anunciado que en las próximas horas mantendrá una reunión con la empresa para evitar la desaparición de la misma en suelo castellano. El consejero de Industria, José Luis González Vallbé, manifestó ayer que el presunto cierre de Fontaneda "no es un asunto para ser optimista o pesimista, sino de negociar lo mejor posible o lo más duramente posible".
Mientras se producían en el día de ayer las negociaciones entre la empresa y los representantes sociales, se concentraban a las puertas de la industria más de 2.000 vecinos de la localidad palentina en apoyo de los sindicalistas. Tras un encuentro de no más de 20 minutos, los directivos de United Biscuits decidieron abandonar el encuentro tras recibir de los trabajadores el rechazo del expediente de regulación de empleo. Dos horas antes, inspectores de Trabajo comprobaban que la fábrica funcionaba a pleno rendimiento. En el momento de abandonar las instalaciones, los concentrados se negaron a que se marcharan de la fábrica, produciéndose momentos de tensión en los que no intervinieron las fuerzas del orden público.
Pasadas las siete de la tarde, el alcalde de la localidad se entrevistó con los directivos y pidió a los vecinos que depusieran su actitud. Los representantes de los trabajadores han anunciado que si no se paraliza el expediente de regulación de empleo las movilizaciones continuarán en los próximos días y con más dureza.
El pasado sábado y domingo se celebraron sendas manifestaciones en las que participaron más de 15.000 personas en su conjunto. Las manifestaciones se desarrollaron sin incidentes, pero la tensión sigue creciendo cada día. Aguilar de Campoo ha llegado a contar con seis fábricas que daban empleo a más de 1.000 trabajadores, en su gran parte mano de obra femenina. Cuando llegó United Biscuit contaba con 600 trabajadores, que se redujeron a 212 con un expediente de regulación de empleo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de abril de 2002