En plena guerra entre administraciones sobre los impuestos de Terra,
la empresa Chupa Chups confirmó ayer que está 'estudiando un posible traslado' a Barcelona de su sede fiscal, aunque sostiene que preferiría mantenerla en Asturias, donde la empresa catalana tiene su sede social desde su fundación a finales de los 50.
Chupa Chups, que se ajustará 'estrictamente a lo que diga la ley', no ha recibido por ahora ningún requerimiento formal por parte de Hacienda para que proceda a dicho traslado. El consejero de Economía y Finanzas del Gobierno catalán, Francesc Homs, tampoco había recibido ayer 'ningún escrito' de Hacienda en este sentido. El traslado, del que informaba ayer La Vanguardia, no tendría, a diferencia de Terra, carácter de choque entre comunidades: sólo repercutiría en el impuesto de sociedades, no cedido a las autonomías.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de abril de 2002