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ISRAEL OCUPA LOS TERRITORIOS PALESTINOS

El rey de Marruecos anula los festejos de su boda por la violencia en Oriente Próximo

Mohamed VI dio una fría acogida a Powell y le reprochó no haber empezado su gira en Israel

Agadir / Knoxville

Mohamed VI decidió ayer cancelar la celebración de su reciente boda, a partir del viernes en Marraquech, a causa de "los dramas padecidos por el pueblo palestino". El rey de Marruecos anunció esta anulación justo después de recibir en Agadir al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, al que reservó una fría acogida. Le preguntó de entrada por qué no había empezado por Israel su gira para apaciguar el conflicto. Tras la entrevista, Powell pidió nuevamente al primer ministro de Israel, Ariel Sharon, que se retire "sin demora" de las ciudades palestinas ocupadas.

Marraquech ya estaba engalanada y dispuesta a participar en los tres días de festejos populares, que iban a empezar el viernes, para celebrar el matrimonio de Mohamed VI con Salma Bennani, contraído el 21 de marzo. Con esa ocasión unas 200 parejas iban a contraer matrimonio en el palacio real de Marraquech.

El portavoz del palacio real, Hasán Aurid, leyó ayer un comunicado anunciando la cancelación de la fiesta y su sustitución por una ceremonia íntima y familiar. Curiosamente, el palacio real no había enviado invitaciones a las familias reales europeas ni a otras personalidades para que asistieran a las celebraciones.

La decisión del monarca se produce al día siguiente de que un millón de personas, de todo el abanico político marroquí, se concentrara en el centro de Rabat para manifestar su solidaridad con el pueblo palestino y su repulsa por la ofensiva de Sharon.

Desde que el mes pasado se agravó la situación en Palestina, Mohamed VI, que preside el Comité Al Qods, de defensa del carácter árabe de Jerusalén, ha mutiplicado las gestiones diplomáticas para tratar de detener el avance del Ejército israelí.

"¿No cree usted que sería más importante ir primero a Jerusalén?". Con estas palabras el soberano recibió, según la agencia Reuters, a Powell. La diplomacia árabe parece convencida de que cuando el secretario de Estado llegue a Israel, Sharon dará por terminada su guerra contra la Autoridad Palestina.

Desde Agadir, Powell viajó a la ciudad marroquí de Casablanca para entrevistarse con el príncipe Abdalá, heredero de la corona saudí. Hoy debe volar a El Cairo, mañana a Madrid y, el viernes, debería estar en Jerusalén.

"Espero", afirmó más tarde en público el propio Powell, "que la gente (...) comprenda que es importante para mí prepararme para el viaje a Jerusalén consultando con los líderes árabes y pidiéndoles su ayuda (...)".

El rey solicitó a su huésped, según un comunicado del palacio real, que "EE UU haga todo lo necesario para que las tropas israelíes se retiren sin dilación de los territorios palestinos (...) y para que el presidente Arafat, único y legítimo representante del pueblo palestino, recobre inmediatamente su libertad de movimiento y de acción".

Tras la audiencia real, Powell afirmó que "los problemas estratégicos creados por la continuación de la operación [israelí] son significativos y severos a la vista de lo que está sucediendo en el resto de Oriente Próximo".

"Espero que el primer ministro Sharon y sus colegas estén tomando todo esto en consideración como se lo ha pedido el presidente [George Bush] cuando las operaciones empezaron hace 10 u 11 días". "(...) Espero que se produzca allí una retirada sin demoras".

La difícil gira de Powell continuó anoche en Casablanca, donde se entrevistó con el príncipe heredero saudí, autor del último plan de paz para Oriente Próximo, que ha recibido el apoyo incondicional de Marruecos y ha sido bien recibido por EE UU. Abdalá Bin Abdulaziz estaba acompañado por el ministro saudí de Exteriores, Saud al Faisal.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de abril de 2002