En el artículo Homenaje a un histórico espía del universo se nos muestra el lado amable del 'científico loco'. Se nos agasaja con las aportaciones que estos seres de mentes privilegiadas nos regalan para entender este complicado universo.
En el artículo se roza parte de algunas de las 'otras' aportaciones del científico homenajeado, John Archibald Wheeler. Se dice que constribuyó a construir bombas atómicas involucrándose en el Proyecto Manhattan, el pistoletazo de salida para que científicos como Wheeler urdieran la demostración del poder de la fisión nuclear; estos 'visionarios' fueron los pioneros de que tal poder se probara en Hiroshima y Nagasaki con la muerte de miles de personas. Éste es el lado menos amable del 'espía del universo', el que algunos científicos intentan ocultar, y es que por encima del interés del uso civil de sus investigaciones, siempre ha prevalecido la estrategia bélica y el poder militar. Y son ellos los que deberían plantearse que a veces el verdadero avance de sus investigaciones es saber abandonarlas a tiempo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de abril de 2002