El seleccionador de Brasil, Luis Felipe Scolari, completó ayer sin Romario la plantilla para el partido amistoso con la selección de Portugal, el próximo miércoles 17 de abril en Lisboa. Ante el asombro de los aficionados de Brasil, el seleccionador asestó otro golpe al orgullo herido del ex delantero del Barça. El temperamental Scolari dio así un paso más en el extraño ejercicio de demolición que ha iniciado con el ídolo brasileño, al que apoya la mayoría de los aficionados del país para acudir al Mundial de Corea y Japón.
Scolari no sólo no apuntó en su lista a Romario, que a sus 36 años es el segundo goleador en la historia de Brasil después de Pelé. Tampoco seleccionó a Amoroso, cañonero de la Bundesliga; Elber, máximo anotador extranjero en el fútbol alemán; Jardel, líder en Portugal; ni los más efectivos del torneo entre Río y Sao Paulo: Dodó y Franca.
Salvo Rivaldo, que no pasa por su mejor momento, Scolari ha despreciado a los delanteros brasileños más activos que compiten en el fútbol europeo. En su lugar llevará a Ronaldo, que no logra volver a la titularidad en el Inter italiano; Luizao, sin jugar en el Gremio por problemas físicos y laborales; Euller, conocido más por su labor de ayudante de Romario en el Vasco, y Edílson, de actuaciones irregulares en el Cruzeiro.
Ronaldo y Luizao fueron citados hoy como hombres casi seguros en la lista de 23 jugadores que disputarán la Copa del Mundo. Los otros dos puntas llamados para el partido con Portugal (el último antes de divulgarse, el 2 de mayo, la lista oficial definitiva de convocados para el Mundial de Corea del Sur y Japón), son centrocampistas natos: Ronaldinho Gaúcho y Denílson.
Línea de raciocinio
La ausencia de Romario, la más sentida entre la mayoría de los 170 millones de brasileños, fue achacada por el seleccionador la semana pasada a problemas "técnicos y tácticos", y ayer tuvo nueva explicación. El autor de más de 830 goles en 16 años de carrera definitivamente no forma parte de su "línea de raciocinio", según la expresión utilizada por Scolari.
Ambos argumentos no dejan de ser extraños si se tiene en cuenta que el coro de los Romaristas lo integran en Brasil, además del jefe del Estado, los ex futbolistas Pelé, Tostao, Gerson y Falcao; los ex técnicos de la selección Carlos Alberto Parreira, Vanderley Luxemburgo y Mario Jorge Lobo Zagallo, y siete de cada diez hinchas, según una encuensta.
En desgracia con Scolari desde el partido con Uruguay del 1 de julio pasado, el mejor futbolista del mundo en 1994 quedó condenado a pensar en la posibilidad de disputar el Mundial sólo si una lesión grave margina a uno de los elegidos. "En el futuro, la convocatoria final dependerá del examen físico a los jugadores que han sido llamados", explicó el entrenador.
Luiz Felipe Scolari no se mostró sensible a la apelación emocionada de Romario, que con lágrimas en la cara, la semana pasada se disculpó por cualquier error "que pueda haber cometido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de abril de 2002